Testigo de la historia de Salamanca
El Parque Arqueológico del Botánico de Salamanca es un valioso refugio histórico, albergando restos significativos del Convento de los Agustinos, la Iglesia de San Pedro y uno de los Colegios Mayores de la ciudad. Estos colegios, símbolos de la educación y administración de la época, fueron frecuentados por notables figuras como San Juan de Sahagún y Fray Luis de León. El parque ofrece un viaje a través de la historia de Salamanca, revelando la importancia de la educación y la vida religiosa en la ciudad durante su etapa de esplendor.
Durante los momentos de auge civil y religioso de Salamanca, ha sido escenario de importantes descubrimientos. Las ruinas de antiguos colegios mayores y conventos subrayan la relevancia histórica de estos centros de educación y vida religiosa. Entre las estructuras desenterradas, el Pozo de Nieve destaca como un testimonio de los métodos ingeniosos de conservación de alimentos y provisión de recursos esenciales como el hielo, vitales para la vida en la ciudad en siglos pasados.
El Parque Arqueológico del Botánico se despliega como una cápsula del tiempo, conectando a los visitantes con vestigios que abarcan desde la II Edad de Hierro y el siglo IV a. C. hasta la Guerra de la Independencia en el siglo XIX. Este extenso yacimiento arqueológico es un testimonio de la rica historia de Salamanca, con cada rincón narrando la vida y los eventos que han moldeado la ciudad. Aunque su nombre sugiere un espacio verde, el parque revela antiguas calles y edificios destruidos durante la Guerra de la Independencia, invitando a exploradores y académicos a descubrir sus secretos y a apreciar la profunda herencia cultural de Salamanca.
El Botánico representa la vida, construcción y destrucción a lo largo de 2.400 años, abarcando vestigios de la ciudad romana, el resplandor del Siglo de Oro y la devastación de la Guerra de Independencia. Este parque arqueológico, en su época una de las auténticas millas de oro de Salamanca, albergaba casas de gran valor económico debido a su proximidad a la Catedral y la Universidad de Salamanca, situándose en el epicentro del saber y la religión. En un espacio de casi 3.400 metros cuadrados en el centro de la ciudad, conviven restos de la ciudad romana y prerromana, así como del florecimiento cultural del Siglo de Oro, con su brillante contribución al pensamiento moderno.
El estudio arqueológico de este espacio, visto desde una perspectiva estratigráfica, revela respuestas a 2.400 años de historia de Salamanca. Desde la población prerromana (S. III-I a.C.), pasando por la ciudad romana, la medieval y su judería, hasta el Siglo de Oro con el Convento de los Agustinos, la Iglesia de San Pedro y el Colegio Mayor de Cuenca. La Guerra de Independencia destruyó estos edificios, y posteriormente, el lugar acogió una fábrica de luz, para finalmente convertirse en unas pistas de atletismo. Este rico yacimiento arqueológico muestra el continuo ciclo de vida y muerte, esplendor y ocaso, éxito y fracaso que ha definido la historia de Salamanca.
Edificios precursores
del conocimiento
Convento de San Agustín
El Convento de los Agustinos, cuya fundación se sitúa entre 1163 y 1377, es un lugar de inmenso valor histórico y arquitectónico en Salamanca. Su capilla mayor fue atribuida a Juan de Álava, director de las obras de la Catedral Nueva y otras prestigiosas edificaciones. Este convento se extendía por 10.000 metros cuadrados, abarcando el actual parque arqueológico y llegando hasta la plaza de la Merced y la plaza de Fray Luis de León. Durante siglos, fue un centro universitario de teología con una destacada biblioteca y un profesorado de renombre, incluyendo figuras como San Juan de Sahagún y Fray Luis de León.
Hoy en día, el parque arqueológico revela restos fascinantes del convento, como las cocinas, el granero, el claustro, las galerías, las hospederías, la enfermería y la bodega, que proporcionan una visión detallada de la vida cotidiana y la organización dentro de la comunidad religiosa. Estos hallazgos permiten imaginar el bullicio de la preparación de comidas, el almacenamiento de cosechas y la vida espiritual y social que animaba el convento. La bodega, en particular, muestra la importancia de la conservación del vino en la época.
El convento sufrió varios incendios, el más devastador en 1744, que destruyó la mayor parte de su biblioteca. Durante la Guerra de la Independencia, las tropas francesas expulsaron a los frailes y utilizaron el convento como fortificación contra los ataques británicos liderados por el duque de Wellington. En 1810, el convento fue incendiado de nuevo y posteriormente demolido por los franceses, antes de ser desamortizado. Estos eventos marcaron el final de una era para este importante centro religioso y académico.
Colegio Mayor de Cuenca
El Botánico albergó el Colegio Mayor de Cuenca, uno de los seis colegios mayores españoles clásicos, y cuna de eruditos y pensadores. Situado al Norte de la Calle de San Pedro, su claustro o su fachada principal debieron tener también un gran valor estético, constituyendo un importante centro de saber vinculado a la Universidad de Salamanca. Su construcción se inició en el siglo XVI, bajo la dirección de Juan de Álava, aunque las obras se prolongaron hasta el XVIII.
Fue uno de los edificios más notables de la ciudad. Su fundador, Diego Ramírez de Villaescusa, era obispo de Cuenca y antiguo estudiante de la Universidad de Salamanca. Durante la Guerra de Independencia, bajo la ocupación francesa, el antiguo Colegio fue utilizado como cuartel y en 1812 fue demolido por motivos estratégicos y para reutilizar su piedra en otras construcciones defensivas de la ciudad.
El Colegio Mayor de Cuenca contó con la participación de Alberto de Churriguera, con una monumental escalera que daba acceso a las plantas superiores. La capilla del propio Colegio fue obra de José Benito de Churriguera. Esto denota la importancia del edificio, al contar con los mejores arquitectos de la época.
Calle de San Pedro / Cuenca
En el yacimiento destaca una calle principal que actúa como eje divisorio. A un lado se encuentra el Colegio Mayor de Cuenca y al otro el Convento de los Agustinos, mientras que al fondo se halla la iglesia de San Pedro. Esta vía se denomina así puesto que conectaba la iglesia de San Pedro con el ya desaparecido Alcázar de San Juan.
Su pavimiento, que podemos observar hoy con claridad, se compone de guijarros de río y fragmentos de arenisca. También incluye dos líneas paralelas realizadas con los mismos materiales que actuaban como guías para los carros de la época.
Iglesia de San Pedro
De este templo tan solo quedan visibles fragmentos de su antigua estructura. Entre ellos, algunos muros, y, de especial interés, el suelo con diseño ajedrezado compuesto por pizarra y arenisca que podemos contemplar en este parque arqueológico del Botánico. De esta zona se trajeron varias claves polares, que se atribuyen al prestigioso cantero plateresco Juan de Álava, aportando así un testimonio mudo pero elocuente de la rica historia arquitectónica del lugar.
FRAY LUIS DE LEÓN:
LUZ Y LEGADO EN SALAMANCA_
Fray Luis de León fue un poeta, teólogo y místico agustino nacido en 1527. Su vida y obra están profundamente vinculadas a la Universidad de Salamanca, donde ejerció como catedrático y dejó un legado duradero. Sus escritos, que abarcan desde poesía mística hasta tratados teológicos y comentarios bíblicos, reflejan una erudición sólida y un profundo conocimiento de las escrituras. Fue encarcelado por la Inquisición durante casi cinco años debido a sus ideas reformistas y su traducción del «Cantar de los Cantares» del hebreo.
Parte de su vida transcurrió en el convento de San Agustín, cuyos restos arqueológicos se encuentran en el parque del Botánico. Tras su liberación en 1576, Fray Luis regresó a Salamanca donde reanudó su enseñanza con las icónicas palabras ‘Como decíamos ayer…’, marcando así su regreso triunfal y su compromiso con la educación. En 1856, sus restos fueron descubiertos en este yacimiento y trasladados a la capilla de las Escuelas Mayores de la Universidad de Salamanca, un evento que resonó profundamente en la comunidad salmantina y subrayó la importancia perdurable de su legado.
TOUR VIRTUAL_
Te invitamos a explorar y sumergirte en los rincones más intrigantes de este sitio histórico. El recorrido por el parque te llevará en un viaje en el tiempo. Prepárate para una aventura arqueológica única.
TOUR VIRTUAL_
Te invitamos a explorar y sumergirte en los rincones más intrigantes de este sitio histórico. El recorrido por el parque te llevará en un viaje en el tiempo. Prepárate para una aventura arqueológica única.
VISITAS GUIADAS_
HORARIOS:
Viernes y sábado | 20:00 h.
OBSERVACIÓN CON TELESCOPIO:
Viernes 22:30 h y 23:30h.
PERIODO DE VISITAS:
5 de julio al 1 de septiembre
Nota: Los horarios y condiciones están sujetos a cambios. Se recomienda verificar la información actualizada en salamancaymas.es antes de asistir.
ENTRADAS_
PRECIO:
Entrada libre y gratuita hasta completar aforo
RESERVAS:
No es necesario reservar
MÁS INFORMACIÓN:
salamancaymas.es
ACCESIBILIDAD_
La solicitud de guía para lengua de signos o del bucle magnético debe hacerse con al menos 48h. de antelación a la visita.
En definitiva, la visita a Salamanca se convierte en una experiencia emocional y educativa sin igual, donde el pasado cobra vida y el presente se enriquece con cada nuevo descubrimiento arqueológico. ¿Estás listo para ser parte de esta aventura milenaria?
PLAN DE SOSTENIBILIDAD TURÍSTICA DE SALAMANCA