Las Murallas, Guardianas de la Historia
El Centro de Interpretación de las Murallas de Salamanca llamado ‘Salmantica Sedes Antigua Castrorum’ ofrece un recorrido por la historia de la ciudad, destacando la importancia de sus murallas como más que simples estructuras defensivas. Representan la fortaleza y resiliencia de Salamanca a través de los siglos, desde su pasado prehistórico, romano y medieval. En este centro, las piedras de las murallas cobran vida, narrando historias de batallas, conquistas, impuestos y comunidad, recordándonos que el tiempo es un ciclo infinito en el universo de la historia.
Salamanca es una ciudad con un rico patrimonio y una historia compleja, evidenciada por sus múltiples murallas construidas en diferentes momentos históricos. Desde los primeros cimientos en el Cerro de San Vicente hasta la ‘Cerca Nueva’ de 1147, cada diseño de muralla cuenta su propio relato. Estas estructuras han sido testigos de la evolución de la ciudad, reflejando su crecimiento y adaptación a través de los siglos. Las murallas no solo servían para la defensa, sino que también delimitaban el corazón de una comunidad en expansión.
Las murallas de Salamanca, construidas con granito y arenisca, son un testimonio duradero de la historia de la ciudad. Los constructores originales, cuyas identidades se han perdido en el tiempo, dejaron un legado que perdura en cada piedra colocada. Pasear junto a estas murallas es como recorrer un museo al aire libre, donde cada piedra tiene una historia que contar. Las murallas delineaban la vida dentro y fuera de la ciudad, y su presencia hoy nos invita a reflexionar sobre el pasado y el constante cambio de Salamanca.
Las murallas de Salamanca reflejan la evolución de la ciudad, desde sus orígenes pre-romanos hasta su expansión medieval. Estas piedras inertes narran la vida de diversas sociedades y culturas que encontraron en ellas protección y supervivencia a través de los siglos. Más que meras estructuras defensivas, las murallas simbolizan el resguardo y resiliencia de la comunidad salmantina, marcando límites territoriales, facilitando el control fiscal y de tránsito, y reforzando la identidad y cohesión de sus habitantes.
La arqueología de estas murallas revela capas de conflictos, estrategias defensivas y cambios sociopolíticos, interpretando su función económica y simbólica como un discurso material. Diferentes culturas, desde la Cultura del Soto de Medinilla en el siglo VIII a.C. hasta la orden de Alfonso VII en 1147, dejaron su huella en estas fortificaciones. Utilizando técnicas y materiales variados, las murallas muestran las necesidades defensivas y estéticas de cada época. La anchura de las murallas, que varía entre 1 y 7 metros, y el uso de materiales reciclados, como las estelas romanas, destacan la adaptabilidad y evolución arquitectónica de la ciudad.
A lo largo del tiempo, las murallas de Salamanca han experimentado derrumbes y transformaciones. En el siglo XX, tramos significativos como el de la Puerta de San Pablo se derrumbaron, y la urbanización integró restos en nuevas construcciones como la Casa Lis. A pesar de esto, las murallas han sido protegidas y reconocidas como Bien de Interés Cultural bajo la ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español, preservando su legado como símbolo de la historia y la cultura salmantina.
Raíces de Granito:
La Historia de las Murallas
¿Quiénes las construyeron?
La primera de ellas a cargo de la denominada Cultura del Soto de Medinilla, a mediados del siglo VII a.C., hasta comienzos del siglo VI a.C. Posteriormente grupos protohistóricos que vivieron en el Teso de las Catedrales adquirieron protagonismo en la construcción de una defensa en forma de muralla. En concreto romanos y grupos medievales que allí vivieron. Esta muralla del Castro prerromano se trata de una imponente defensa de entre 3,5 y 7 metros de anchura.
El poblado en el que se erige esta monumental defensa se fecha en el siglo IV a.C. aunque experimenta cambios hasta, al menos, el siglo XII. Se podría destacar que en momentos prehistóricos se ha podido constatar que se realizaron sistemas defensivos “extras” como los fosos o las piedras hincadas. Finalmente, en 1147, Alfonso VII pide que se construya una muralla, trabajo que encarga a su cuñado, Raimundo de Borgoña.
¿Cómo se construyeron?
Los pobladores de Salamanca optaron por usar técnicas típicas de la época y con materiales disponibles en la zona, sobre todo arcilla y esquirlas de pizarra, especialmente la primera de las murallas, en el siglo VII a.C.
La segunda fue construida con piedras locales recortadas, aunque es complicado de determinar, ya que sufrió una gran cantidad de reparaciones. De todos modos, parece evidente que en su interior contó con ripio y tierra de diverso origen., Posteriormente, en la época romana se aportaron aparejos irregulares, pero con las 6 hiladas de tipo opus quadratum sillares y sillerejo de granito. En la época medieval se utilizaron sillares de diverso origen.
¿Cómo eran sus puertas?
En el caso de la primera muralla es probable que contara con entradas resguardadas por robustos portones de madera, elementos esenciales para la seguridad y control de acceso.
Durante la etapa conocida como Cerca Vieja, la distribución de puertas variaba según la dirección. En el sur destacaron las puertas del Alcázar, el Postigo Ciego y la del Río. Hacia el Este se encontraba la puerta de San Sebastián, y en el norte la del Sol, reflejando una organización defensiva que atendía a las necesidades y características de cada sector.
Con la realización de la Cerca Nueva (1147), el esquema de accesos se expandió y se diversificó de la misma manera que la propia muralla. Al Sur se sumaron la Puerta de San Lorenzo y San Polo, junto con la Nueva o del Sol o del Espolón, manteniendo las existentes del Alcázar, Postigo Ciego y del Río. En el Este se añadieron las puertas de Santo Tomás y San Cristóbal o Sancti Spiritus. Las del norte evolucionaron para incluir las de Toro o de Zamora, y en el Oeste se integraron las puertas de Villamayor, San Francisco o de San Bernardo, además de San Clemente o de San Hilario o Falsa y San Vicente, delineando así un perímetro más complejo y adaptado a los nuevos requerimientos defensivos y de gestión urbana de la época.
¿ELEFANTES
EN SALAMANCA?
En las primeras luces del amanecer, la figura de los elefantes de Aníbal se perfilaba contra el cielo rojizo, marcando el inicio de una era en la que la guerra cambiaría su rumbo. Aníbal, líder cartaginés, había conducido a estas majestuosas bestias a través de los Alpes, y su llegada a la península ibérica presagiaba un cambio significativo. Al adentrarse en Salamanca, los habitantes, fascinados y temerosos, contemplaban a estos enormes y poderosos animales. Aníbal utilizaba a sus elefantes no solo como máquinas de guerra, sino también como instrumentos de disuasión, haciendo desfilar a las criaturas en formación para intimidar y persuadir a los líderes locales a negociar en lugar de luchar.
La resistencia y astucia de los elefantes se convirtió en una fuente de inspiración entre los cartagineses, especialmente durante la difícil travesía por los Alpes. En Salamanca, la presencia de los elefantes resonaba en cada rincón, y su impacto se sentía profundamente. Los niños seguían a las bestias desde lejos, creando leyendas sobre el líder cartaginés y sus compañeros cuadrúpedos. Aníbal encontraba en Salamanca no solo un terreno para la conquista, sino también un lugar para sembrar el mito de su invencibilidad. Al partir, los elefantes dejaron huellas imborrables en la tierra y en las memorias de aquellos que los presenciaron, convirtiéndose en leyendas contadas y recontadas sobre el gigante de Cartago.
SALMANTICA SEDES
ANTIGUA CASTRORUM_
El Centro de Interpretación ofrece una experiencia inmersiva para explorar la historia de Salamanca a través de sus murallas. Desde los vestigios consolidados de la muralla prerromana hasta la cerca medieval, se cuenta la evolución arquitectónica y los eventos bélicos que marcaron la ciudad, incluyendo la llegada de Aníbal en el 200 a.C. y la batalla de Salamanca durante la Guerra de la Independencia. Mediante infografías, audiovisuales e interactivos, se contextualizan estos momentos históricos, complementados por reproducciones de materiales arqueológicos vinculados a la muralla prerromana.
VISITAS_
HORARIOS:
Viernes: 17 a 20 h.
Sab. Dom. Festivos: 10 a 14 h | 17 a 20 h
Nota: Los horarios y condiciones están sujetos a cambios. Se recomienda verificar la información actualizada en salamancaymas.es antes de asistir.
Cuando el crepúsculo besa las piedras, se puede escuchar el eco de las voces antiguas narrando batallas ganadas y perdidas, amores prohibidos entre las sombras de los bastiones, y el clamor de los mercaderes en los días de mercado. La muralla de Salamanca no es solo una barrera física, sino un puente entre generaciones, un lienzo que ilustra una rica historia humana.
PLAN DE SOSTENIBILIDAD TURÍSTICA DE SALAMANCA
